De verlo corer con sus patitas cortas da risa, pero bue, iba presto a estar al lado de Papi Bill mientras él trabajaba y aliviado de no ver que tenía puesto esas botas tan altas, así su joven corazón no se sobresaltaba.
Pero oirlo roncar... jejeje... aunque se ve tierno el gordo arrugado
www.tokiohotelcolombia.com.co. Con la tecnología de Blogger.
Publicar un comentario